el que tiene oficio para escribir a mano, copiando o poniendo en limpio escritos ajenos o escribiendo lo que se le dicta. Soy Luis Omar Pussetto y me considero un verdadero amanuense, ya que poner en limpio escritos de otro es un tarea absolutamente maravillosa, un oro que empieza a brillar pero que había estado oculto, un verdadero desafío que apasiona.
El trabajo del editor tiene un valor determinado pero tiene horas, tiene paciencia, tiene consejos, tiene audacias, tiene “préstamo” de cerebro, tiene también el tiempo necesario para respetar profunda e íntimamente al escritor, el dador de la trama literaria.
La intervención de un texto debe tener el máximo respeto literario, no es solo puntos y comas o diálogos perfectos sino es tener viva y presente la inspiración del autor sin la cual nada tendría demasiado sentido ni comunicaría lo que estaba en el corazón del escritor.